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Son ondas vibratorias que viajan por el aire, las moléculas se empujan unas a otras como miles de pequeños resortes y al llegar a nuestro oído hacen vibrar al tímpano (que es como una piel muy fina estirada como un tambor), este a su vez mueve tres huesos minúsculos ligados al "caracol" (cóclea) y éste hace que los movimientos sean llevados al cerebro a través de conductores nerviosos. El cerebro nos permite percibir y comprender los sonidos, disfrutar de estos y comunicarnos.

Es un sonido no deseado que nos agrede como individuos, modifica perjudicialmente nuestro ambiente y además destruye nuestros oídos en forma progresiva e inexorable. Cuando trabajamos en un local con mucho ruido en los primeros 10 o 20 días sentimos zumbidos, sensación de oídos tapados, ligeros dolores de cabeza y cansancio. Después viene un período de adaptación en el que esas sensaciones desaparecen (comenzó nuestra pérdida auditiva), luego comienzan las dificultades para percibir sonidos agudos (el tic-tac del reloj) y para escuchar conversaciones en un local no silencioso. Finalmente, se nos dificulta oír radio o TV y quedamos con zumbidos permanentes que perturban hasta nuestro reposo. Estamos en algún grado, o totalmente, SORDOS.

Son pequeños movimientos oscilatorios periódicos de un cuerpo, en algunos casos podemos percibirlos al tacto a través del piso y las paredes. Toda máquina o cuerpo en movimiento genera vibraciones, las mismas tienden a aumentar con el desgaste normal tornándose más perceptibles y molestas.
En muchos casos confundimos los problemas originados por vibraciones con los de ruido aéreo pues las vibraciones transmitidas a las paredes o pisos aumentan los niveles de ruido extraordinariamente. Cuando las mismas son excesivas nos afectan provocando problemas circulatorios, várices y flebitis, cuando son impulsivas (choques) aumentan su perjuicio enormemente.
Existen vibraciones que a pesar de ser muy poco perceptibles, por su pequeña amplitud de desplazamiento, entrañan un grave peligro para las estructuras edilicias, por lo que nunca deben subestimarse sin un análisis adecuado.

No son sólo problemas de sordera los que el ruido trae, está científicamente comprobado que provoca las siguientes dolencias: cansancio excesivo, falta de atención y concentración. Insomnio y alteraciones del humor (irritación, angustia, depresión), desequilibrio, nauseas, taquicardia, migrañas, problemas digestivos, etc.

Dejamos de ser eficientes y cae nuestra productividad, comprometemos nuestro futuro laboral. Nos exponemos a accidentes. Nos aislamos del resto de las personas. Perdemos amor a nosotros mismos. Sufrimos variaciones en nuestro comportamiento sexual (pudiendo llegar a la impotencia y frigidez).

1) La instalación de máquinas y equipos sobre sistemas antivibratorios (DRV). 2) La interposición de barreras aislantes que limiten las zonas de ruido (Cerramientos, cabinas, biombos, etc.) 3) El revestimiento con materiales fono absorbentes eficaces (SONEX- ACUSTEC ) en techos y paredes, interior de cabinas, etc. La omisión de cualquiera de los tres aspectos mencionados disminuye la eficiencia de la solución y encarece notablemente la inversión.

En edificios: equipos de aire acondicionado, bombas elevadoras de agua, grupos electrógenos auxiliares, sala de máquinas y motores de ascensores. Deben ser reinstalados para el confort de las familias que los habitan. Realizar los tratamientos adecuados durante la construcción del edificio resulta más económico que instalar los equipos con criterios antiguos que luego generan problemas.
En industrias: toda máquina genera ruido y vibraciones. Implementar el sistema antivibratorio y acústico es posible y conveniente. No subestime la importancia de usar protectores auditivos.
En restaurantes: saborear un plato de comidas en paz, exige un tratamiento acústico adecuado.
En su hogar: cualquier ruido y vibración que llegue a su vivienda puede y debe ser eliminado en la fuente misma donde se genera. Existen leyes muy específicas que le protegen y protegen al medio ambiente; por lo tanto, exija su cumplimiento pero recuerde que la solución no se implementa en forma inmediata ya que requiere tiempo el concluir estudios y etapas de solución.
En la calle: exijamos el control de los niveles de ruido de escapes de vehículos. Un silenciador defectuoso o inexistente constituye una agresión violenta y dolorosa a nuestros semejantes.